Tip 1. Prevenir mejor que curar.
Empecemos por organizar todo lo relacionado con el material escolar, los libros de texto, las actividades extraescolares, ropa o uniformes, calzado, mochilas, etc. Cuanto antes tengamos todo esto comprado o encargado mucho mejor. Eso nos dará seguridad y evitará imprevistos. Podemos usar una agenda o checklist para no olvidar nada y calcular el gasto total. Os dejo un ejemplo que es muy sencillo de elaborar y que podéis ir modificando según vuestras necesidades.
Tarea | Hecho | Precio |
Material escolar | ||
Libros de texto | ||
Ropa/uniforme | ||
Calzado | ||
Actividades extraescolares |
Tip 2. ¿Cuánto más mejor?, ¿seguro?
Este verano he hablado con muchos padres sobre este tema. A todos nos surge la duda de qué actividad extraescolar será la más adecuada para nuestros hijos e hijas. Lo más importante es tener en cuenta sus preferencias e intereses y su disponibilidad horaria. Recordad que en las etapas de Educación Infantil y Educación Primaria la prioridad es que los niños jueguen. En etapas educativas posteriores es fundamental dejar tiempo suficiente para las demandas de estudio cada vez más exigentes. ¿A cuántas actividades extraescolares debo apuntar a mi hijo o hija?, ¿dónde está la línea del exceso? Dependerá de nuestros hijos. Pero tened en cuenta que un horario equilibrado reducirá la posibilidad de problemas relacionados con el estrés, la ansiedad o la frustración.
Tip 3. A quien madruga…
Durante el verano las rutinas de nuestros hijos suelen variar. Para volver a un horario adecuado para el período escolar es necesario llevar a cabo la transición de forma escalonada. Os pongo un ejemplo.
José es un niño de 8 años. Durante las vacaciones de verano solía irse a dormir a las doce de la noche (algunas veces más tarde) y se despertaba a las once de la mañana. Se quedaba en pijama o con ropa de casa hasta después de la siesta. Desayunaba tarde y a veces no tenía ganas de comer, por lo que se le juntaba la comida con la merienda. Mañana es día 1 de septiembre. José empieza el colegio el día 7 a las 9:00 horas.
¿Cómo reestablecemos su horario? Recordad que es orientativo y que cada familia debe adaptarlo a sus necesidades y costumbres.
Día | Despertar | Dormir |
1 | 10:30 | 23:00 |
2 | 10:10 | 22:45 |
3 | 9:45 | 22:30 |
4 | 9:25 | 22:15 |
5 | 9:00 | 22:00 |
6 | 8:35 | 21:50 |
7 | 8:10 | 21:30 |
Tip 4. Las vacaciones se acaban
Otra forma de ayudarles a “aceptar que las vacaciones se acaban” es implicarlos en la organización de los materiales escolares, ropa, etc. Podemos llevarlos con nosotros a encargar o comprar los libros de texto, el uniforme o la mochila. Si nuestros hijos están cursando Educación Primaria debemos hacerles partícipes activos del proceso de planificación; incluso podéis elaborar la lista de tareas de forma conjunta. Esto les ayudará también a aumentar su autonomía y capacidad de gestión del tiempo.
En la etapa de Educación Infantil un recurso que suelo recomendar es la lectura de cuentos relacionados con la vuelta al cole. Podéis leerlos y trabajarlos en cualquier momento del día. También antes de ir a dormir. Os dejo una lista de algunos títulos que utilizo en niños que van a empezar el colegio por primera vez o con niños ya escolarizados hasta los 6 años.
- Colección Peppa Pig. George empieza el cole. Beascoa -Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U. Basado en la seria de TV Peppa Pig creada por Neville Astley y Mark Baker. Para niños entre 2 y 6 años.
- El pollo Pepe va al colegio: un libro con pop-ups. Editorial SM. Autores: Nick Denchfield y Ant Parker. Para niños entre 3 y 6 años.
- A Lulú le gusta el colegio. Editorial SM. Autora: Camilla Reid. Para niños entre 2 y 6 años.
En plataformas como YouTube podemos encontrar estos mismos cuentos u otros en formato vídeo (que puede resultar más atractivo para algunos niños).
Tip 5. ¡Qué mayor se ha hecho!
Quizás la oración que más usan los padres de niños que van a empezar el colegio por primera vez durante el verano anterior al evento. El tiempo ha pasado muy rápido, hemos vivido muchas etapas, hemos visto como adquirían nuevas habilidades, y casi sin darnos cuenta ya está aquí el primer día de cole. Afrontarlo requiere un período de adaptación para padres y niños. Ese día nos produce a los padres emociones contrapuestas: nerviosismo por cómo irá todo, preocupación por si se adaptará a su seño o a sus compañeros, alegría por ver cómo ha crecido. Nosotros también tenemos que darnos unos días o semanas de adaptación a esta nueva rutina. Nadie nos va a quitar esa “preocupación”, pero debemos tener claro que los profesionales del sector educativo siempre estarán a nuestro lado para resolver nuestras dudas y ayudarnos.
En cuanto a los niños, una actividad que suelo recomendar es lo que se suele llamar “aproximación al lugar”. Coge a tu hijo y pasea alrededor del que será su nuevo colegio, explícale que allí va a conocer a muchos amigos con los que jugar, aprovecha si se ve el patio para mostrarle lo divertido que será, llévalo hasta la puerta… Todo este le ayudará a familiarizarse con el lugar y evitará que el primer día todo sea desconocido, reduciendo el estrés y ansiedad. Si tiene hermanos o primos en el colegio llévalos también a dar ese paseo, seguro que tienen muchas anécdotas que contarle al hermano o primo pequeño y a ellos también les ayudará en su propio proceso de vuelta a la rutina.
Tip 6. Con calma…
Cada niño o niña es diferente y vivirá la vuelta al cole de forma distinta. Para los padres estas semanas antes del inicio del curso suponen un período de muchos nervios. La desobediencia o rabietas de nuestros hijos suelen empeorar nuestro estado de ánimo. Por eso es importante que durante estos días no nos olvidemos de nosotros o de las actividades que nos gustan o nos hacen sentir bien: bailar, natación, senderismo, tomar café con los amigos, etc. Planifica un tiempo durante la semana para relajarte y liberarte del estrés.
Se consciente que la modificación de los horarios de nuestros hijos quizás pueda dar lugar a conflictos o desacuerdos. Para solucionarlos se pueden emplear estos recursos (aunque existen otros; no todos los recursos sirven para todos los niños, los padres debemos aprender a “escuchar” las necesidades de nuestros hijos y adaptarnos a ellas para solventar rabietas o conflictos): cuadros de incentivos, refuerzos, escucha activa, debate para llegar a acuerdos, contratos en los que ambas partes se comprometen a realizar una tarea con el fin de obtener una recompensa, etc.